Diciembre y enero han sido meses dedicados a la última novela publicada de Luis Moreno Caballud: La gran abundancia.
El 13 de diciembre Luis estuvo presente en Ballobar, y el 24 de enero, seguimos comentando la obra en nuestro encuentro de Leer juntos en la Biblioteca Pascual Berniz.
En esta última tertulia también dedicamos un tiempo a comentar tres deliciosos libros, muy diferentes entre sí, que no deberían perderse ni nuestras criaturas ni nosotras:
Monky, de Dieter Schubert, publicado en Ekaré
https://canallector.com/23215/Monky
Y Corre, Carmen Carmencita..., de N.M. Bodecker y Erik Blegvad, publicado por Entredos
Foto del 24, enero, 2023
Algunos datos, ideas, opiniones que hemos expresado en las tertulias de La gran abundancia
El autor, Luis Moreno Caballud, hijo de Merche y Ramiro, con quien ya hemos mantenido varios encuentros en torno a la lectura y la literatura, comenzó
a escribir La gran abundancia en
2008, la estructura general la tuvo diseñada desde ese momento,
aunque por diversas circunstancias personales y sociales, la novela
quedó en el cajón hasta tiempo después. En el libro han participado más personas: Max, con el dibujo de la portada, Begoña, con fotos, Merche, Laurel y otros prelectores, la editora...
En la cabeza de Luis
sonaban voces que repetían en el entorno: tienes que vivir más, tienes que hacer
que tu vida sea más interesante, debes dar valor a tu vida, tienes
que consumir más...
Por un lado, estas voces
podían tener un aspecto positivo, pero él las oía con violencia,
como una exigencia del poder: en la universidad, en los medios de
comunicación, entre las amistades, etc.
Estos mensajes los vive
como un arma de doble filo. ¿Tenemos que cambiar nuestra vida porque
alguien dice que no tiene valor o que tiene que tener un valor
diferente?
En 2008, con la crisis
mundial las voces del malestar se extienden. La idea, el pacto de “si
hay esfuerzo puedes vivir bien”, se rompe.
En la novela, en el
mundo de ficción que plantea Luis, en la distopía, el capitalismo
ha sido sustituído por la AP, la asistencia personal. En Ballobar se
plantea la relación entre la AP y la tarea de “Coach” que tanto
se difunde últimamente, que puede vivirse como un medio de alienación del
individuo. En torno a este comentario surge también la constatación de la cantidad de anglicismos que aparecen en nuestro entorno, para los que el español tiene palabras suficientes, y que nos colonizan.
Luis habla de la
necesidad de superar el concepto de individuo porque ningún ser se
desarrolla individualmente: nacemos de alguien, dependemos de otras
personas en la infancia, en momentos de enfermedad o dependencia,
cuando somos ancianas... Somos colectivo. No se debe culpabilizar
de todo al individuo. “La cárcel contemporánea” es la de creer
que lo importante es el individuo.
En la actualidad hay un
bombardeo de historias, series, plataformas de audiovisuales,
noticias, CONTENIDOS que ofrecen dar sentido a la vida. Algunas
propuestas son atractivas y están bien realizadas, pero debemos
cuestionarnos esa abundancia. En todo este entramado se
impone la necesidad de ser felices. Por eso en la novela las historias
se ofrecen para llegar a ese estado: si no eres feliz con tu vida, te
damos otra historia para que lo seas. Pero el protagonista, Martín,
no entra en este juego, como les ocurre a otras personas que se
cuestionan el sistema de la AP, ya que no encuentran esa felicidad
ofrecida.
Hablamos de otra relación
entre la ficción y la realidad: la ansiedad que aparece en las
personas porque no se puede responder, atender a todas las ofertas de los medios. Surge el
concepto de FOMO: miedo a perderse algo. Se plantean preguntas en la
tertulia: ¿Es inmadurez? ¿Qué papel tiene la educación para vivir
en esta sociedad de la información y la digitilización? ¿Una
educación del siglo XX o del XXI? Y un refrán: “No quieras
estirar más el brazo que la manga”.
Se habla también de la
sociedad de la apariencia, de la fachada. Tal vez sea más importante contar,
enseñar, mostrar lo que se hace, que el contenido y los conceptos de
esas acciones.
Más cuestiones sobre las que reflexionar: ¿qué es más importante, vivir o "tener una vida"?. Hablamos de la expresión anglosajona que traducida diría: "consíguete una vida" que apela de nuevo al individualismo, cuando es imposible que una persona sola cree su vida.
Martín, el protagonista de la novela pretende vivir sin asistencia personal, nos planteamos si realmente podrá hacerlo, si podrá librarse de la influencia de la sociedad en la que vive, de quienes la controlan. Esta situación, estas preguntas nos remiten a nuestra realidad actual en la que sentimos cómo vivimos controlados desde las redes sociales, las cámaras, las apelaciones a consumir, etc. Se ha creado la necesidad de tener las cosas de manera inminente, para sentirnos gratificados. Se cita a uno de los emporios del consumo actual, del poder actual que presenta como logotipo una sonrisa.
Comentamos muchos episodios de la obra, entre ellos aquél de la página 164 que está encabezado por una nota en la que se lee: ¿CÓMO ACCEDER A LAS MEJORES ESCUELAS INFANTILES? 5 errores comunes. Es sobrecogedor ver cómo el control del poder influye tan cruelmente ya desde la infancia.
Preguntado por el nombre de los personajes, Luis cuenta que los sacó de espacios web en los que hay datos sobre la pobreza y la muerte en el mundo.
Hablamos también de las referencias a los cuentos, a los relatos populares o a diversos autores. Luis explicó que el cuento de Blancaflor surgió de la grabación que la familia conserva del abuelo, el padre de Ramiro y que fue uno de los relatos de su infancia.
Consideramos que debemos traspasar la literalidad de algunas situaciones y verlas como metáforas que aluden a algo general que nos afecta como individuos y como colectivos.
Frases como "no hay luz en la novela", "no podía respirar
cuando la leía", "no hay un momento de consuelo", "algún capítulo es una locura, se te fue la cabeza", suenan en la
tertulia, al lado de otras que citan la tercera parte, en la que, por fin, aparece
Elia (y los Delgados), la mujer a la que Martín va buscando en su recorrido desde la casa, la oficina, el Instituto para el estudio del trauma, la Cárcel, el Desierto. Elia, en el Centro de acogida o después Río arriba o en los Campamentos, escribe un diario para la hija que ha adoptado, sus palabras aportan esperanza, luz. Con ella descubriremos a personas que quieren llevar adelanate formas de vida más allá de las que ofrecen
los creadores de contenidos, la AP. Vidas que se construyen desde lo
colectivo, desde una conciencia de cuidados personales y de la
naturaleza.
Reconocemos que no ha sido una novela de lectura fácil. Ha requerido esfuerzo y concentración por lo que las dos tertulias han sido importantes para una mejor comprensión.